Sociópata, mentiroso, presidente fake, fatuo, arrogante, patético, anticlerical, guerracivilista, fraude, estafador, indigno, falto de escrúpulos, traidor, inmoral, villano de cómic, tirano banderas…son solo algunos de los insultos que tuvo que soportar Pedro Sánchez de esa «centralidad» que quiere abanderar Casado a la cabeza del Partido Popular. Con miedo a que VOX le quitara protagonismo la intervención de Pablo Casado volvió a ser tan dura o más que las de hace un año cuando fue elegido presidente del PP.

 «La democracia tiene dos grandes enemigos: terroristas y golpistas.Y Sánchez pone el futuro de la nación en sus manos, al coste de desmembrar el Estado y liquidar el socialismo constitucional. Es el caballo de Troya que mete en el Gobierno de España a los que quieren destruirla.

 Durante la investidura hemos escuchado a un futuro ministro alabando el comunismo, la ideología mas criminal de la historia de la humanidad que asesinó a 80 millones de personas. Y hemos presenciado el chantaje de un partido cuyo líder está en la cárcel condenado por sedición».

Otro tanto podemos decir de S. Abascal, de Sergio Sayas diputado de Navarra Suma con un uso vergonzante de los asesinados por ETA o de la intervención de Inés Arrimadas buscando de forma patética un tránsfuga que realizara un «tamayazo».

  Con ser grave todos estos insultos, las alusiones a las victimas del terrorismo, las falsas relaciones entre inmigrantes y violencia, la utilización de la figura del Rey, los datos falsos sobre violencia machista y algunos planteamientos muy poco democráticos, lo que a mi me dejó más preocupado fue que en las intervenciones de todos ellos hablaban de pasado, pasado y pasado, ni una sola propuesta de futuro, ni una sola referencia ni a las propuestas económicas ni a las sociales que Sánchez había desgranado en su intervención. Las medidas económicas se han hecho pensando en Europa, para no preocupar y cumplir con sus normas, las laborales y fiscales se quieren negociar con los actores afectados.

 En las medidas sociales si que se nota el carácter de izquierdas y progresista de este Gobierno: desde la Ley mordaza a la de eutanasia, pasando por el reforzamiento de las becas, la subida de las pensiones, una nueva norma educativa o el cambio climático. Del discurso en si, solo les preocupó el tema catalán. Que se pretenda llevar el conflicto por la la vía política, por la vía del diálogo después de años de judicialización, no les ha gustado y tanto Casado como Abascal amenazan con recurrir de forma continuada a los tribunales.

  El espectáculo dado en la sesión de investidura no ha sido nada edificante, la exageración, el frentismo, el lenguaje cuartelero con sus ¡Vivas! a España, el Rey o a la Guardia Civil. El guerracivilismo…todo esto tiene que acabar aunque a tenor de las declaraciones de Cayetana Álvarez de Toledo portavoz del PP en el Congreso va a costar.«Lo verdaderamente ultra es lo que se está fraguando en el Gobierno. Que no es un Gobierno de progreso, no es una coalición progresista. Es una coalición ultra, un frente ultra contra el Estado Constitucional».

   Veinticuatro horas después ante las preguntas de los periodistas, todavía les cuesta reconocer que este Gobierno tiene toda la legitimidad del mundo, la que le dan los votos obtenidos en las elecciones, los 167 diputados que votaron a favor de Pedro Sánchez frente a los 165 que votaron en contra. Hoy se habla de Gobierno legal y se deja a un lado, de momento, lo de Gobierno ilegitimo. Poco es pero bueno al fin tenemos Gobierno, se ha conseguido el desbloqueo político aunque haya sido en un clima irrespirable.

No querría acabar sin apuntar que a nivel local también se quiso colaborar con esa miseria moral  y utilizar a ETA. Victor Soler, candidato a la alcaldia de Gandia y portavoz del PP en su Ayuntamiento, colgó en su twitter un video fake de VOX acusando a los socialistas de aplaudir «a los herederos de los que pretendieron asesinar a los vecinos de Gandia» cuando el aplauso era para la Presidenta del Congreso.

No debí de ser el único en afearle su twitter pues momentos después de hacerle notar su mentira, convirtió su cuenta de twitter en privada, ahora solo pueden leer sus tuits quien él decide, una pena, a mi me gustaba ojearla de vez en cuando.

Y una cosa más y espero que no sea un deseo, una sensación equivocada, sino una realidad: la inmensa mayoría de los españoles, voten lo que voten, no son pendencieros, no son tan frentistas, tan ultras como parece reflejar lo visto en el Parlamento. En eso no nos representan. Salud.