Si tienes un hijo en edad preescolar, seguro que has oído hablar de la Metodología Montessori, la Pedagogía Waldorf o el Enfoque Reggio Emilia, pero existen otras pedagogías que no están tan de moda pero que en su momento fueron igual de fascinantes e innovadoras. Vamos a descubrir a continuación el Método Agazzi y a sus precursoras.
En 1866 nace en Volengo, Italia, Rosa Agazzi, y 4 años más tarde en 1870, su hermana Carolina. Ambas compartieron un objetivo común a lo largo de sus vidas, educar.
Las hermanas Agazzi se formaron como educadoras en la Escuela Normal de Magisterio de Brescia, Rosa en Educación Básica y Carolina en Parvularia. Años más tarde, en 1891, participaron en un congreso para educadoras y desde ese momento se dedicaron a la educación parvularia (de 0 a 6 años), ámbito en el que desempeñaron su labor fundando en 1895 el asilo parvulario en Monpiano, donde organizaron y dieron vida a su método.
En 1898, las hermanas expusieron ante el Congreso Pedagógico Nacional en Turín su trabajo «Ordinamiento Pedagógico del Giardini d’ Infanza secondo il sistema di Froebel», en el que presentaron el método que habían estado desarrollando. Comienza en ese momento, la divulgación del Método Agazzi.
El método educativo propuesto por las hermanas Agazzi junto con el conocido método Montessori inauguraron una era de activismo italiano, dando lugar a la conocida como Escuela Nueva, corriente pedagógica originada a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa, que nació como una alternativa a la pedagogía tradicional, lo que implicaba poner al niño en el foco de atención, a sus intereses y necesidades. El método Agazziano bebió de la influencia de los métodos pedagógicos de Fröebel, pedagogo alemán, creador de la educación preescolar y del concepto de jardín de infancia.
La metodología de las hermanas Agazzi se basaba principalmente en el respeto por la libertad, la espontaneidad y la autonomía del niño en el proceso de aprendizaje realizando un uso de materiales «inteligente y vivo» basado en la actuación y en la observación de vivencias por parte del niño. Perseguía formar a los pequeños para que fuesen capaces de actuar por iniciativa propia poniendo en valor la educación del sentimiento y de los sentidos. Su lema , «Preparar para la vida haciendo vivir».
Las prioridades de la enseñanza Agazzi eran la higiene, la salud, la cultura física, el lenguaje y las artes plásticas y musicales. Gran importancia tenían también las tareas domésticas que eran incorporadas a las rutinas y actividades diarias de manera lúdica.
El Método Agazziano además, se fundamentó en los siguientes principios pedagógicos:
1. Conocimiento del niño a través de la observación de su desarrollo y de su actividad natural.
Afirmaban que el niño está dotado de habilidades que le ayudan a su autodesarrollo.
2. Carácter globalizador de la enseñanza.
Mantenían el principio globalizador en la enseñanza como contrapunto al desarrollo del niño a través de áreas o materias.
Afirmaban que los niños aprendían a través de la intuición lo que reciben, no solamente lo que descubren, y aquello que podían relacionar gracias a la percepción sensorial, a la interiorización y a la imitación.
3. Valor de la alegría.
Favorecían el juego libre y ordenado en un ambiente afectivo en el que se respetaran las necesidades y los ritmos de cada niño de manera que se les motivara a continuar con su aprendizaje por ellos mismos.
Una de las principales características del método educativo de las hermanas Agazzi era la conveniencia de proporcionar a los niños un clima afectivo de amor, cariño y cercanía. Por ello, los escenarios de aprendizaje eran similares a lo que encontraban en su ambiente familiar.
4. Valor de la actividad del niño.
Los pequeños tenían la necesidad de pensar haciendo y experimentando. Uniendo manos y mente se llega al razonamiento.
Destacaban el uso inteligente de los objetos y apostaban por que los materiales fueran significativos para los pequeños. Le daban gran valor educativo a las actividades que provenían del hogar y de la vida cotidiana. Limpiar, lavarse, atender la huerta o a los animales, etc.
5. Valor del orden.
El orden fue en el Método Agazzi el eje director de todo su sistema en todas sus dimensiones, orden material, estético, espiritual, moral, social y armónico, desarrollado principalmente a través de dos instrumentos:
El museo didáctico, que incluía el conjunto de objetos que los pequeños traían de su entorno y que servían para realizar actividades de aprendizaje como clasificaciones, seriaciones etc.
Las contraseñas o símbolos que utilizaban para representar e identificar objetos y que facilitaban el orden de los materiales del aula.
Las hermanas Agazzi a lo largo de su vida, se preocuparon por el alumnado menos favorecido. En una época marcada por la guerra, la pobreza y la fragmentación del estado italiano, fueron firmes defensoras de la escuela como compensadora de las desigualdades en el contexto tan difícil que les tocó vivir.
En 1927, Rosa y Carolina se jubilaron, pero continuaron su labor, junto a un grupo de colaboradores, formados en el Asilo de Brescia. , a través del Centro de Pedagogía de la infancia, institución aún a día de hoy encargada de difundir y publicar la obra de las educadoras.
Carolina Agazzi falleció en 1945 y Rosa en 1952, ambas en Volengo.
Al leer su historia y conocer un poco más sobre su método pedagógico vemos claramente que muchos de los principios que defendían las hermanas Agazzi siguen vigentes hoy en las aulas de los más pequeños. Rosa y Carolina fueron conscientes de la importancia de la Educación Infantil y sentaron unas bases sólidas en cuanto a aprendizajes, valores y principios tanto en el plano individual como en el social siendo su principal objetivo preparar a los niños para que fuesen libres en el mundo exterior.