Llevo muy mal que me cuenten milongas

El TDAH o  trastorno por déficit de atención e hiperactividad como llaman ahora los expertos a lo que antes llamábamos “un-niño-que-no-para-quieto”. Hemos avanzado, aunque no sabemos muy bien hacia donde y eso siempre es bueno. Si se diagnostica un problema y se le pone nombre es más fácil llegar a la solución (o no) aunque cada vez es mayor el número de niños que tienen esa conducta.

Pero no quiero hablar de los niños ni mucho menos minimizar esas alteraciones conductuales. Lo que pretendo es alertar de que los mayores ya estamos también en ese cesto.

¿Cómo no vamos a sufrir un TDAH si nos llevan de una noticia a otra sin darnos tiempo a digerir la primera? Vamos como geisha por arrozal, viajamos de Venezuela a Catalunya y de Catalunya al calentamiento global en segundos mientras las cifras del paro, que ha aumentado, se cuelan entre las dos informaciones y nos hacen saber que Benzemá está de dulce. Enhorabuena! Por lo menos ese chico se encuentra bien.

No nos dejan pararnos a pensar porque, evidentemente, no les interesa. Conceptos tan claros como “Golpe de Estado” resulta que ya no lo están tanto. Es golpe de estado según quien lo dé, y contra quien lo dé. Si es de “los míos” es legítimo y si no, pues a por él. Yo no voy a opinar sobre la situación en Venezuela, aunque opinión tengo, porque lo que me preocupa ahora mismo es el manejo que de ello se está haciendo y, al igual que con tantas otras noticias, nos lo están vendiendo como un gran espectáculo en el que obligatoriamente nos quieren implicar. Pero ojo, nos implican unos segundos para rápidamente cambiar de problema y que empaticemos con su propia visión del nuevo tema. Yo personalmente estoy agotada con todo esto porque necesito mi tiempo para rumiar una noticia y porque también me interesa mucho lo que no me cuentan, lo que deliberadamente callan.

No hace mucho vimos una caravana de migrantes hondureños dirigiéndose a Estados Unidos. ¿Dónde están? ¿Han llegado? ¿Se han quedado en México? ¿Y aquellos refugiados sirios? ¿Y África? Porque si los estados intervienen cuando hay una crisis humanitaria, yo en las situaciones anteriores nos les vi intervenir. Dicen que quieren evitar el derramamiento de sangre en Venezuela, ¿se ha evitado en Yemen o en Chad?.

Yo a estas alturas de mi vida llevo muy mal que me cuenten milongas y que me prometan cosas que no van a cumplir y tampoco me gusta resignarme. Creo que lo mínimo que puedo hacer es decir lo que pienso y actuar consecuentemente. Cierto que las conductas personales son armas muy débiles frente a tanto problema pero al menos tratemos de no dejarnos engañar, tratemos de seguir esforzándonos para mantener la libertad y la capacidad de discernir. Que no nos roben también el criterio con tanta desinformación y tanto entretenimiento.

Dentro de poco estaremos en elecciones, habremos sufrido una campaña electoral y tendremos que mantener la mente muy clara y las entendederas sin contaminar para cuando llegue la jornada de reflexión y tengamos que depositar el voto. No vaya a ser que ese día nos pille con el pie cambiado o la cabeza en otros mares y la liemos.

 Trataré de gestionar bien mi TDAH. Más me vale

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