Alejandro Galera y Paula Mascarell son dos vecinos de Gandia que, como muchos otros ciudadanos, no dudaron en colaborar durante la tremenda crisis ocasianda por el coronavirus. Ellos tenían una impresora 3D y le dieron uso haciendo pantallas faciales y salvaorejas para el personal sanitario. Eran conscientes que lo necesitaban y querían echar una mano. Sin dudarlo, se pusieron manos a la impresora. A su altruismo, se unió la solidaridad de otras muchas personas que respondieron a su llamada en redes sociales cuando se quedaron sin material. La gente, una vez más, se volcó.
De nuevo abastecidos, «se nos ocurrió que la máquina siguiera imprimiendo algo para continuar colaborando, así que decidimos hacer unos llaveros solidarios ‘anticovid’ cuya función era para evitar tocar puertas, botones de ascensores, fonoportas, timbres, etc…, ya que empezaban las fases en el que nos dejaban ir saliendo a la calle, así que su distribución también sería más fácil», comentan Alejandro y Paula.
«Decidimos que serían solidarias y su precio sería de un euro que iría íntegro al centro de acogida San Francisco de Asís de Palma de Gandia, donde nos comentaron que tanta falta les hacía. Así que lo publicamos en las redes sociales y la gran acogida de la gente por colaborar fue mayor de lo esperado», agregan.
Quieren agradecer a Alegus Fusters, empresa de Alejandro y su hermano que cedieron la impresora 3D. También a la UD Beniopa que les aportó el material para imprimir, llamado PLA. Y por último, a los socios del Club de Correr el Garbí al que pertenecen y «que se volcaron en parte de la compra de estas llaves».
El importe recaudado ha sido de 718 euros que se hicieron entrega el pasado sábado 27 de junio a los franciscanos (foto). Estos solidarios vecinos de la capital de la Safor agradecen a toda la gente por la gran acogida y colaboración. «Nosotros sólo pusimos un granito de arena para la confección y distribución de los llaveros, pero sin todos ellos no hubiera sido posible».