La Federación de Fallas ha informado que la deuda de casi 50.000 € que tenía con la Diputación de Valencia, derivado del pago del IBI atrasado ha quedado cancelado esta semana. Esta cantidad fue reclamada en verano de 2017  con carácter retroactivo, lo que provocó un verdadero terremoto en el mundo fallero.

El presidente de la Federación de Fallas Telmo Gadea, ya indicó en su día que era un gasto importantísimo y de difícil pago; se tuvo claro desde entonces que este importe, correspondiendo a los impuestos del Museo Fallero, propiedad de las 23 comisiones falleras, en ningún caso podría ser satisfecho a base de repercutirlo directamente a las fallas.

«Teníamos claro que la solución no dependía de repercutir, con una derrama, este pago a las mismas fallas. La difícil economía de alguna de ellas lo hacía inviable», manifestó en su día el presidente. 

«En la FdF estamos para buscar soluciones en los problemas, y no para derivarlos. Aunque, ciertamente, este pago era cosa de todos como propietarios del Museo. El compromiso que cogimos hace dos años era que solucionaríamos la situación, sin pedir ni un euro a las comisiones: y así ha estado».

El pago del tributo se ha realizado con los recursos propios de la federación, a una subvención otorgada por la presidencia de la generalidad, y con la colaboración del ayuntamiento de Gandia.

Gadea indica que «… la predisposición del ayuntamiento ha estado ahí desde el primer día. El papel del regidor de fallas, José Manuel Prieto, ha resultado fundamental: sin su mediación, no hubiera estado posible. Al mismo tiempo la ejecutiva de la FdF ha trabajado para acometre una importante parte del pago. Al final, aquello que es importante, es que las fallas no son deudoras, y que se ha podido conseguir un cometido bastante difícil, sin tener que pedir nada a las fallas y no castigar la suya, a veces, maltreta economía.»

Con esta acción la FdF está al día de pago de impuestos y no tiene ninguna deuda pendiente con ninguna administración.